domingo, 1 de noviembre de 2009

Pequeño amor de tres estaciones

Vengo aquí a vomitar algunos diablos
Llameantes y dolorosas fuentes de vida conceptual y física
En mis ojos
Doy mi creación por tus dedos en mi espalda
Y el golpeteo entre tu pelvis y mis nalgas
Implacable amor de tu injusticia disfrazada
Me castigas, es tu fantasía… me castigas por las noches en la cama
Al amanecer una luz fatigada insiste en allanar tu morada de muros
Tu habitación de esclavo
Hasta ahí te sigo en ligero traje
Hasta ahí te sigo sin armadura
Torpe cordero que no entiende que aquello sobre el piso es sangre
Las niñas de tu fantasía, tus amantes, tus esposas, tus vecinas…
Indulgencia
Vengo aquí a vomitar algunos diablos
Estabas ahí en medio del paisaje
Mirando a otra parte mientras yo miraba la forma en que se comportan tus pensamientos
Y tú mirabas el contorno de mis caderas y yo miraba tu mirada puesta en el contorno de mis caderas…
Pero el contorno de mis caderas se desdibuja de tu pensamiento cuando sales al mundo y te insertas en tu viaje social
Le cuento historias a tu fantasma, le digo cuanto he amado al dueño de este espectro que me trae el agua y la comida cuando soy presa de esta idea ansiosa… amarte.
Lo mejor de mi yace en la acaricia que te di aquel día
Y no vale ni un centavo
Y no vale una de tus sonrisas
Paciencia
Vine aquí a vomitar algunos diablos
Quererte como al cáncer de razón en mi locura
Como al salvaje corazón que golpea mi pecho y lo destroza.
Así, patético, insaciable, mordaz, esquizoide ha sido nuestro pequeño romance intelectual pero desbordado de fisiología
Místico y banal nuestro pequeño amor de tres estaciones
Sacrificamos sueños para poder vernos una vez más a los ojos
Y trozos de sueño cristalizado se han clavado en mis plantas
Yo sangro… de ti hoy… no sé nada, nunca he sabido nada, más que tu sabor, tu voz y la forma de tus ojos que parecen decir algo programado para aquellos de quienes esperas todo el amor que tu carne pueda sentir…
Te he montado y te he chupado, sé lo que te hace feliz, sé que te he hecho feliz… que he dado todo el calor que tu carne pueda sentir.
Vomitarte a ti es lo que resta o cagarte o que de alguna forma salgas de mi en algún momento, en alguna hora inusitada, asimismo como cuando llegaste, inusitado, te irás aunque te quedes, y aunque te quedes te irás… te veo… guardas tu sonrisa, luego la ostentas, premias y castigas,
Pero mis pies como todos los pasos caminan al ocaso
Y en el amanecer ya no seremos los mismos
Al amanecer nos habremos desbordado.

3 comentarios:

  1. recuerdas la historia de Je t aime paris en la que aparece natalie portman haciendola de actriz .... en la llamada al telefono ensayando unas lineas sobre las estaciones.... acabas de recordarme esa escena .

    ResponderEliminar
  2. que bueno que pasas, que bueno que me dejas tu palabra, tu recuerdo desdoblado. merci.

    ResponderEliminar
  3. Te leo y me leo horrorizado,sorprendido,reflejado y un poco mas tranquilo

    ResponderEliminar