lunes, 26 de octubre de 2009

sin titulo

No estaré siempre ahí, suelo decirme cuando hablo de él.
Pienso en el amor y en el tiempo y en la vastedad y en la insaciabilidad.
Tantas cosas que hemos inventado y cosas por inventar… por nombrar, puesto que se trata
de nombrar las cosas y llenarnos las manos de mundo y no saciarnos nunca.

¿Volver? No, nosotros no volvemos, nosotros caminamos,
el rumbo es el camino,
el camino y sus destinos variables
destinos vulnerables.

¿Qué fuerza nos llevó a nosotros?
Hablando de cosas de destinos…
Tejidos indescifrables, trazos lógicos e ilógicos
Todo en el mismo vaivén de las cosas… ¿Y del amor?
Sabemos lo que nos han dicho
Sabemos lo que la palabra designa
Y que nombra la reunión de los afectos
Y las vidas
Y los niños nacen
Y luego todo muere…

Al final, con la muerte… el amor se presenta,
el disfraz se descose
el amor queda sólo con su carne de amor
Y con sus besos y sus genitales y su calor de amor y dice
-Este soy yo
-Nadie podrá comprender mi sutil sencillez de hombre desnuda, de mujer desnudo, caliente y frío, y matizado abstracto… Soy un río y navego y quiero un lugar tranquilo para retozar… soy el amor, el de las manos sedientas, el de los brazos abiertos, el de los mil rostros… el que quiere todo pero no posee nada, soy el ímpetu por ir hacia el otro… soy el campo, soy el sol, soy todo lo que brilla cuando tus ojos están bañados de mi mismo… soy tu ser cuando radiante se revela… soy el amor… y sólo el maquillaje me encarcela… soy un prisionero en esta tierra de hombres… prisionero donde soy posible y posibilidad… ¿Por qué cercarme?
Tomo su rostro entre mis manos
Lo limpio con una nueva idea apenas palpitante
Le lavo el cuerpo
Acaricio sus genitales para revivirle
Se anima un poco
Pero aún tiene mayores inquietudes de no ser él, él mismo
De haber sido confundido y tomado por otro.
De haber sido siempre oculto, un travestido, una alucinación, un fantasma…
Entonces se despoja también de la piel,
Me golpea la mano que frenética exprime su miembro…
Me dice que hay algo más…
Que la muerte y la vida son hermanas, y que su cuerpo es de piel y de carne y de vísceras y de sangre… -Mírame a los ojos- dice –Mírame los intestinos, la sangre, el tejido de los músculos y el rostro sin sus gentiles bordes… -Mírame y atiende… mi complejidad es tan primigenia como los huesos… -tócame… cada tejido crudo soy yo… el yo real…
-No soy tanto como un ente moldeable, hecho a imagen y semejanza de las vanidades humanas-
-no soy tanto como una bella ficción que adorna los encuentros y las relaciones-
- ni generoso, ni egoísta… no despojo, no entrego nada…
-Soy un estado pleno del alma, la puerta a la vida, la puerta a la muerte…
-Soy el cumplimiento de tu ser…
- pero sólo si me miras a los ojos soy…

Lo vi
Llano y verdadero como él quería ser visto.
Lloré…
corría por el drenaje ese vestuario místico hecho de siglos de creencias y fe y conceptos…
Lloré de todo:
de dolor y de dicha.
El instante se extinguió y él se fue a su refugio de desnudez, a donde lavar su cuerpo de ficciones… se fue a morir en paz…
Reinvención
Creación
Mundo
El horizonte se matiza en rallos ambarinos al amanecer…
Hay un niño, un ente salvaje entre la maleza: corre, baila, tiembla con el frío bajo las sombras, y sonríe iluminando los espacios jugueteando con el tiempo… y yo lo veo…
Algo en sus ojos cuando lo miro, un destello y una sombra aparecen para hacer un giño que al instante me revela una locura… Podría con este calor entre las piernas matar a ese niño extraño que corre por el campo desnudo salvaje con un destello y una sombra en el fondo de los ojos… Podría… Querría, todo viene a mi ser y quiero y todo y tengo sed y un frío que desgarra mis vestidos y me orilla a él y sólo a él… lo quiero…
Pero impotente, yo, sólo un ser de ideas y de carne apaciguada, nada hago y le pregunto por su ser…
Soy… yo…
No hay más que decir mujer… ahora mátame o déjame seguir bailando por el campo…
Y mientas se despliega su danza y su risa ilumina y verdea la realidad… me imagino con él gozando de una nueva tierra sin los nombres del pasado… sin las líneas rectas sobre las cosas… y sin los bordes que contienen al mundo…
Al anochecer sé que hay que hacer…
Preparo el baño… el agua corre… destilo mi ser… me mato…
Al amanecer… Soy yo… en medio de la totalidad… danzando.

Independiente

nunca fue mi idea crear un iniciativa independiente, cuando empecé a trabajar en teatro, simplemente me he dejado llevar por un entusiasmo superior a los demonios de la juventud, fui como tantos hoja que vuela con el viento, trabajé en una compañía, donde el pago prometido no llegó, pero era una joven que se iniciaba, se probaba en la escena, el dinero pensaba, es lo de menos, todo es lo de menos si puedo volverme a subir al escenario, asi eran mis acciones, mi pensamiento divagaba por los temas de siempre, los libros de cabecera, las peliculas y el tiempo... luego, cuando por fin me encontraba en la escuela donde supuestamente aprendería a hacer aquello que realizaría como actividad que me proveeria del sustento diario, un sustento ahora se más bien emocional, que no monetario por el momento. en la escuela aprendía algunas ténincas, aprendi que no me gustaba del teatro, aprendí que las personas en el teatro, no todas, pero si muchas, aman del teatro el glamour, pero no lo entienden, aprendi que buscan en el teatro el paraíso de la expresión, pero no conocen, no ejercen el poder del teatro, aprendí que
el sistema del teatro, el mundo del teatro era también un universo corrompido, aprendí que la confrontación con lo real es lo ultimo, primero hay que hacer fantasía, vivir en ella y si haces teatro o tele o cine, vivir de ella, si te llevas bien con la gente, si haces buenos contactos. aprendí pues a no hacer los contactos, a juntarme con cualquiera que quisiera juntarse conmigo, a tomar las clases con los profesores que ya mucha gente devaluaba y a huir de aquellos a quienes todo mundo alababa y seguía, por ser los gurus del lugar o los proeedores del contacto y la introduccuón al sistema. aprendí pues a ir por el camino incorrecto si es que quieres conseguir beneficios en el teatro, me fui por un camino insospechado, es decir, me fui por mi camino, erré muchas veces, pues he caido ya en el trabajo profesional, tanto con compañías cuyos directores son realmente lacras, personas deficientes y dañinas, o bien ambiciosos efectistas, pero también he compartido el teatro con seres de energía, cada día me acerco más a la fuente del poder, la gente que hace el teatro porque este posee el poder de transformar el mundo. Esa pasión me ha vuelto un artista independiente, toco puertas, hago con mis manos y con la de mi gente el teatro, escarbamos debajo de las piedras para obtener los materiales, buscamos en nuestro centro la medula de nuestro trabajo, nos aliamos con aquellos que comparten la misma acción fundamental, el poder de la transformación, independientes porque nadie nos dice que hacer ni como hacerlo, independientes porque le rascamos a la forma e insistimos aún en medio del hambre, de la pobreza, no nos importa más que el efecto que podemo crear, buscamos no disolvernos en el sistema e intentamos solventar nuestro esfuerzo, que llegue a mucha gente, que la gente se mueva experimentando nuestra propuesta, la independencia es la libertad de mi acción y sí, también el obstáculo, buscamos el sabotage aunque en el sabotage vivamos al carencia de bienes materiales, somo independientes, nos rascamos con nuestras uñas a veces hasta roer la carne, pero mal que bien, ser independiente, hacer con libertad sin temor al rechazo, sin la necesidad de la aceptación del sistema sea del teatro, del funcionamiento del país, nos hace bien. He intercambiado mis ideas por algo de comer, un pantalón, un viaje a Praga, algún libro memorable y un taza de café o las vacunas del perro. creo que está bien. Y pago el precio por ser independiente, pago con mis pagos, el vaso, el vestido, el video, quiero ver vivo y poderoso el espectáculo, el que hacemos con las manos todos los independientes por puro y absoluto amor y devosión a lo que hacemos. quizá no pase nada, quizá no sirva de nada, quizá ni siquiera pueda comprar una casa o pagar una buena renta, pero la sensación de hacer por convicción lo que se hace, es estar bendecido, mientras el cuerpo aguante y exista un otro que quiera involucrarse se hará.

domingo, 25 de octubre de 2009

Conocimiento arrítmico

El conocimiento no es suceptible de objetivar, o sostener, sino sólo como una dinámica interactiva, hermenéutica, intuitiva, momentánea; El momento, del conocimiento dura un instante y luego cambia, se modifica, no hay permanencia, el conocimiento como proceso derivado lleva desventajas en relación al ritmo de la existencia.

lunes, 19 de octubre de 2009

Física y metafísica de la escenificación.
Un proceso flexible en la creación del texto dramático y la escenificación.

La gran forma carece de forma.
Lao Tse.

Cuando comienzo la escritura de un texto o bien, planeo las formas en que habrá de desarrollarse el espectáculo, pienso en generar algunos parámetros e intento visualizar los elementos que en principio constituirán la ficción dramática. Luego de establecer algunas líneas que me permitan trazar las acciones y las relaciones de ese mundo imaginado, pienso en el cómo de la reconfiguración de la primera idea y su proceso de transformación; pienso en romper los parámetros, abrir las contenciones del texto, de-construir la convención y plantear un nuevo orden. Entonces pienso en las diferentes formas en que una relación dramática puede ser planteada; pienso en la linealidad y en la no linealidad de los fenómenos, en la concreción y la abstracción de las ideas, en crear una línea y luego romper con ella; pienso finalmente en crear el espectáculo que interactúe con las formas de la vida natural y el artificio de la evolución humana.
Todo aquello son ideas y necesidades recurrentes que dan origen a un proceso creativo que busca la transformación de ideas fijas, convenciones, conceptos y perspectivas de mundo. Necesidad y obsesión por generar formas que se elastizan, y que a su vez flexibilizan los mecanismos del trabajo creativo y el hacer mundano.
Integración, interacción, hermenéutica.
En el camino de la integración de las partes que constituyen una totalidad indivisible, la parte representa, constituye y por supuesto modifica la totalidad, ahí todo está en relación, todo es parte de lo mismo.
En el presente es cada vez más evidente, que aquellas cosas que en principio fueron separadas para su entendimiento y definición, interactúan constituyendo esa totalidad de la cual no somos conscientes. Participante inconsciente de los sistemas naturales y artificiales, el ser humano es un ser de repetición, aprendizaje y creación.
En su momento Heidegger se separó de la metafísica que rodeaba los fundamentos de la existencia para llegar a una ontología sin ficciones, donde el ser está siempre remitido a la temporalidad… indefinible, inacabado, hermenéutico. En Arte y poesía, Heidegger se refirió al arte para decir que cuando este ocurre “la historia comienza o recomienza”, evidenciando así, una posibilidad de apertura y replanteamiento del universo humano a partir del fenómeno artístico. Por otro lado y posteriormente Zambrano vincula la razón a la poesía para evidenciar una razón sensible, vulnerable, que cae en crisis para su renovación. Nietzsche por su parte habló de la evanescencia del ser y su potencial trascendencia: el superhombre que va más allá de sí mismo al crear, revolucionar y cambiar, y que no obstante contiene dentro de sí a la bestia natural. Contradicción como principio de transformación y trascendencia. Y fue también Nietzsche quien identificó la trama moral y el orden social como enmascaramiento humano; ficciones conceptuales que pretenden estabilizar lo inestable: la vida.
Por otro lado y desde otro lugar perceptivo, físicos, matemáticos, investigadores de los sistemas dinámicos, etc., se enfrentaron a la necesaria relación en todas las cosas.
La teoría del caos es una respuesta “r-evolutiva” en el pensamiento del hombre, una respuesta al reduccionismo que pretendía examinar los fenómenos físicos mediante la separación de los mismos. Dicha teoría consigue introducir en nuestra concepción del universo, un caos equiparado y en relación intrínseca con el orden, además de un equilibrio que radica en la oscilación, el cambio y la renovación del todo. La ciencia de la totalidad y la teoría del caos tienen su fundamento en el reconocimiento del comportamiento no lineal de los fenómenos caóticos que abren los sistemas y los transforman: así, orden y caos son comportamientos, dimensiones fundamentales de lo real.
Mediante los argumentos que constituyen esta teoría, consigo conceptualizar un panorama donde los sistemas dinámicos devienen en una cantidad x de posibilidades lineales y otra cantidad x de posibilidades no lineales, imprevisibilidad… que incluye una cantidad variable de líneas lógicas e ilógicas, líneas que a su vez contienen otras tantas posibilidades que se iteran repetidamente hasta suscitar el caos y la renovación del sistema; argumentos e intuiciones que combaten el reduccionismo que busca la estabilidad frente al fenómeno de la entropía.
El comportamiento físico y metafísico del universo manifiesta una tendencia natural y oscilante entre el orden y el caos, constituyéndose así la vasta complejidad de los sistemas que naturalmente se desestabilizan y desbordan cuando estos agotan su energía y deben transformarse o perecer.
Ver la cosa en tanto la cosa abre el abismo de lo inesperado y por su puesto el abismo de la finitud conceptual. Llegados a ella, cabría lanzarse ideológicamente hacia la reconfiguración, integrar la finitud y la nada, abrirse a las posibilidades infinitas, pero sobre todo, ir más allá de lo que hemos podido comprender mediante el cuento evolutivo que nos hemos contado.
Estas y otras perspectivas revelan la necesaria interacción entre lo fáctico y la idea, lo físico y lo metafísico, la ficción y la realidad, y un lugar donde dicha integración se experimenta es de hecho, el fenómeno artístico. Y más que una llana manifestación o expresión a partir de lo real, el arte es un portal de transformación, ya que en efecto la realidad se nutre y dialoga con la visión del artista, lo expuesto en la obra interactúa con lo real y lo transforma.
Así, el hecho escénico posee la cualidad de ser esa parte que representa al todo, porque al fin lo que llamamos realidad es una ficción tejida y articulada a lo largo del tiempo y el espacio, y la ficción se genera o degenera en base a lo físico, de modo que, nada es ficticio, o bien nada es real, y ambas cosas terminan por ser ciertas.
La integración de diversas formas y la ruptura de convenciones escénicas son las líneas principales de una iniciativa artística que trama realizarse en una otra dimensión de la realidad, puesto que la idea es sobre todo, hacer entrar en crisis todo principio, flexibilizar las nociones de lo real, para la renovación de un proceso creativo e ideológico.
Esta concepción del texto dramático y del espectáculo, busca que las formas entren en procesos de transformación constante y dinámica, ello, para dejar atrás las estructuras fijas en las formas escénicas en tanto límite e inercia creativa. Trascender la idea del cómo son las cosas, para dar paso a una nueva forma de ser.
Sabemos que el texto dramático y la escena ya no son planos de una sola dimensión y donde ejercer una sola forma. Los personajes, sus relaciones y el lenguaje se han ido transformando y las antiguas perspectivas de distancia entre realidad y ficción se han ido desvaneciendo, no obstante se sigue hablando en términos de establecer la convención, y de configurar una lógica para el hecho escénico, una lógica estable que prevalece, sea que se tome el camino realista o no, es decir, se es realista o no realista según sea el caso.
Creo en todo caso que es posible desarrollar la acción desde diferentes líneas de lógica, y mejor aún, hacer que la lógica, que la convención total se someta al caos, para justamente, romper con lo que se ha establecido una y otra vez, hasta que el fenómeno escénico integra dentro de sí, un orden y un caos en igualdad de condiciones.
El orden y el caos dentro del texto dramático son más que aspectos recurrentes, y en efecto, el fenómeno dramático se ha desarrollado desde dichas dinámicas hasta llegar a la teoría de que, el orden se fractura, irrumpe el caos y luego se restablece el orden… Ahora, la idea es proceder en este sentido: generar de entrada esa convención, ese orden inicial que ha de romperse más allá de su propia lógica, así, no sólo el orden lineal se abre, sino que también las formas expresivas se reconfiguran… no se restablece el orden, sino que emerge un nuevo sistema de formas. Para ello, es necesario reconocer en qué consiste la seguridad, la inercia dramática y luego identificar cual es el posible desarrollo de las formas no convencionales; primero generar un proceso de construcción de relaciones, parámetros de realidad y lógica para luego desbordar esa realidad, así la convención, el orden se convierte en una parte y no en la contención total del fenómeno, puesto que no habrá un solo marco de referencia sino varios marcos o líneas de creación de las situaciones, los personajes y sus lenguajes; diversos planos que interactúan lógica e ilógicamente en un universo armónico que es la totalidad de la obra creada.
Al vincular dos trazos opuestos de la ficción; sea la convención y su ruptura, lo concreto y lo abstracto, la física y la metafísica… se pretende desmantelar el reduccionismo en los esquemas ficcionales, asimismo, experimentar la dialéctica y reconciliación entre diversos aspectos de lo real. La necesidad es en todo caso la trascendencia del modelo, la estructura, el sistema cerrado; crear mecanismos escénicos que abran los sistemas desde la vulnerabilidad, la turbulencia, el azar, el hoyo negro… invocar el caos y abrir la pequeña ventana de la percepción.


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Especie de Bitácora del proceso de montaje Señorita Julia en la Dimensión desconocida.
Dirección y concepto: Gibrán Valencia
Las pautas del trabajo consisten en atender y experimentar desde dinámicas físicas el texto dramático, el hecho escénico. Flujo. Inmediatez, lecturas para conocer el texto y desconocerlo después como construcción e intuirlo como memoria orgánica. Texto-objeto-impulso, el texto es una pelota que va y viene y se impulsa mediante lo que el texto sugiere como energía, como impulso. Calidad de movimiento… movimiento… Rápido, lento, viscoso, suave, imperceptible, fluido, cortado, repetido… el texto es una guía flexible, se le atiende y se interactúa con él, se integra a nuestra vida, a nuestro cotidiano… lo violentamos si sentimos la necesidad… El contenido se queda en la médula, se convierte en médula, hueso de todo el espectáculo, el texto, sus significados, los que intuimos, los que sabemos, impulso inmediato, el pensamiento, la articulación existe en el proceso, se supedita al momento, a la acción, al presente. El actor es inducido a buscar alternativas, todas las que su imaginación pueda concebir hasta el cansancio, no hay una forma de resolver la acción y la palabra si no miles, diversas combinaciones en movimiento, renovación constante de las formas, hasta llegar a una forma idónea… El actor cohabita intelectual, emocional, energéticamente con esa construcción que llamamos personaje, el actor cohabita y reconoce estados energéticos del personaje y los comparte con él, lo atiende, lo juzga por momentos, y luego ya no, lo comprende, le dice si al personaje, para poder estar y decir sus palabras como si él fuera él y que sólo un individuo, un individuo diverso se pare sobre la escena, el actor vive el proceso de subyugar sus prejuicios del personaje para realizar una presencia energética, la física evidenciada en el cuerpo, operaciones físicas, fisiológicas, biológicas del cuerpo vivo, y al mismo tiempo, en otro plano horizontal esta la metafísica, todo lo que se piensa, se concibe, se articula, la trama metafísica del teatro como en la vida, y ahí todo se confunde, el artificio, la naturaleza, uno consume al otro y se moldean el uno al otro, así los actores y sus acciones, no existen líneas divisorias, es teatro, es vida, es trabajo, es, etc. etc.

jueves, 8 de octubre de 2009

Reventar paredes

si vieras hoy mi rostro lo encontrarías desfigurado
me están azotando las paredes de la frente y derramo polvo por la grietas de la carne, se pone el pie morado y la mano verde, putrefacción será el útimo de mis cantos,
vamos a ver que nos depara el mecanismo de las ruedas implacables de los sueños,
los hechiseros de la media noche duermen sobre las vías de los trenes.
triturados están los huesos del arte, ya no corre, se arrastra... se desintegra,
sacame los ojos y dame alguna planta para aguantar el dolor y viajar al centro, donde reposa despierta una conciencia fundamental, original pero mutable.
mi voz se traga su voz y así se apaga mi ritmo, descansa su paso salvaje.
canto pero no hay sonido, algo desde el centro del mundo me esta tragando
mi ventura? morir, pero antes tirar un grito que haga a los dormidos reventar.