lunes, 14 de diciembre de 2009

F

Mi niño, mi niño querido que no es mío más que la sombra.
Vienes por las noches y te vas con la mañana a morar tu propia casa
a morar tu propia mente,
frágil y no tan frágil cuando es brillo
cuando cantas y hablas con un árbol,
los arboles dicen cosas que oyen los hombres magos y los cantores,
los poetas hacen también magia, magia a distancia, magia nocturna, la magia de los que sollozan a solas
¿quiénes sollozan a solas?
los niños queridos en la distancia los que solos se miran sus ojos a solas,
sin que nadie los miré los que callan y hacen muchos silencios musicales
de ellos es la magia y la virtud de oír desde muy lejos y profundamente de tener un sueño duradero irrompible,
es en ellos la gracia,
cualquier gesto que no impida volar.
Terrible o hermoso el mismo rostro
lo desencadena
lo impregna de una niebla que se goza al medio día
cuando no hay sol ni luna,
pero si mucho sueño, canto y luego...
un silencio refrescante.

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