sólo contemplar el batir de las olas,
mas al rato refrescarán en la hora del calor
se desvanecen en su seno las olas,
en si mismas y resurgen
tener compasión del propio ánimo
del propio silencio
del propio grito
tener compasión del oleaje interno
refrescarse con él
en la hora del fuego.
Te leo y me parece conocerte de muchas vidas...Tu maestra yo el aprendiz.
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