domingo, 13 de octubre de 2013


Soñé el mar
a la velocidad del pensamiento 
corría entre selvas, entre gentes y multitudes de arboles  
Mis pies sobre el lodo;
selva, mar y lodo, gente
Sueño… 
Un hombre se atraviesa con un gran muro antes de 
impide que pueda llegar y sumergirme
Pienso -eh ahí la razón humana
hablando con sus palabras que sólo el habla para sí 
olvidado de todo olvidándose de mí también
del otro, de lo otro.
He ahí la razón monologando 
entonces se yergue el muro
se atraviesa entre mi sueño de mar, 
mi imagen de la totalidad
y yo 
sintiendo el oleaje en los pies
pero ciego de los destellos del agua expuesta al sol y al viento
ciego
una pequeña ventana abierta
Una pista
debe morir… la razón 
Veo al hombre parado, 
es el muro que me impide ser una amalgama viajera en el tiempo y el espacio, 
sin temor del vacío, caída, movimiento,
ser mi propia dimensión, ser todo yo… uno con él.
Y pienso ¿esa razón es… es el hombre?
Entonces me sorprendo acariciando una idea:
Que el hombre muera
que muera y venga una nueva era.
Pero mi humanidad me sacude, 
y deseo

Que se desvista el hombre de sí y que venga a la fiesta.

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